lunes, 22 de febrero de 2010

Padre, confieso que he pecado...

En un confesionario, un humilde feligrés se arrodilla y le dice al sacerdote:

- Padre, he pecado.

- ¿Qué has hecho, hijo mío?

- Anoche hice el amor con una mujer negra, en una habitación a oscuras y con los ojos cerrados.

- Hijo mío, eso no es pecado, ¡eso es puntería!

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