viernes, 3 de septiembre de 2010

Saltarse un semáforo

Un coche se salta un semáforo en rojo y es convenientemente detenido por un guardia civil.

-Caballero -informa el agente-, se ha saltado usted un semáforo en rojo.

-Lo siento -responde, azorado, el infractor- pero es que, vera, soy daltónico.

-¿Y qué pasa con eso? -replica el guardia civil- ¿En Daltonia no hay semáforos?

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