Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros (Groucho Marx)

Este blog pretende ofrecer al visitante un chiste nuevo al día durante todo el año. Los habrá de todo género y calidad. Largos y cortos. Buenos y malos. Simpáticos, irreverentes, grotestos, de alto contenido sexual y propios de la astracanada más sonada.

Nadie está obligado a leerlos pero cualquier comentario es bien recibido.

O no.

miércoles, 27 de enero de 2010

Angelotes

Un día San Pedro se encuentra paseando por el cielo cuando ve a Dios que está dándole a la manivela en la máquina de hacer angelotes. En ese momento, el Creador ver a San Pedro y le llama.

- Pedro, por favor (¡Puf!, angelote), ¿podrías hacerme un favor? (¡Puf!, angelote).
- Claro, Señor.
- Verás, es que tengo (¡Puf!, angelote), que ir a hacer un recado (¡Puf!, angelote), y no puedo parar de dar (¡Puf!, angelote), vueltas a la manivela. Así que (¡Puf!, angelote), ¿podrías darle tu (¡Puf!, angelote), mientras hago el recado? (¡Puf!, angelote).
- Por supuesto, Dios mío.
(¡Puf!, angelote).
- ¡Perfecto! Es muy sencillo, (¡Puf!, angelote), sólo tienes que darle vueltas a esta manivela (¡Puf!, angelote), y por esa abertura (¡Puf!, angelote), van saliendo los nuevos angelotes (¡Puf!, angelote).

Así que San Pedro se pone a ello.

(¡Puf!, angelote).
(¡Puf!, angelote).
(¡Puf!, angelote).

- ¡Qué cansado es esto! (¡Puf!, angelote). Voy a bajar un poco el ritmo (¡Puf!, angelote), porque este no lo puedo mantener (¡Puf!, angelote).

Así que baja el ritmo considerablemente cuando, ¡Puf! sale un angelote negro y, horrorizado, acelera el ritmo gritando:

-¡Coño, que se me queman!

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