Un hombre va caminando por una playa cuando se tropieza con una lámpara maravillosa. La frota y de su interior surge un genio.
- En agradecimiento por haberme liberado, te concedo un deseo.
- Quiero la paz en Oriente Medio.
- ¿Tu eres gilipollas o qué te pasa? -dice el genio- Pero como voy a resolver eso con un deseo si es imposible solucionarlo de ninguna manera. Está más allá de las habilidades de los de mi naturaleza. Pide otra cosa, criatura.
- Puesss, quiero comprender a las mujeres.
- Hmmmm, a ver, trae un mapa del sitio ese a ver qué se puede hacer...
miércoles, 20 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario