Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros (Groucho Marx)

Este blog pretende ofrecer al visitante un chiste nuevo al día durante todo el año. Los habrá de todo género y calidad. Largos y cortos. Buenos y malos. Simpáticos, irreverentes, grotestos, de alto contenido sexual y propios de la astracanada más sonada.

Nadie está obligado a leerlos pero cualquier comentario es bien recibido.

O no.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Estreñimiento

Un mensajero indio llega hasta Fort Apache y pregunta por el doctor de la guarnición. El médico se apresta a atender al piel roja pero este permanece de pie y sólo dice:

- Gran Jefe, no caca.

El doctor ante ese mensaje interpreta que el jefe de los indios sufre de estreñimiento y, solícito, le entrega al emisario una tableta de laxantes y le indica que se tome uno al día.

A la semana vuelve el mensajero indio, se dirige a la enfermería y dice:

- Gran Jefe, no caca.

El médico, sorprendido, le entrega un jarabe mucho más fuerte que las anteriores tabletas y le dice que el jefe debe tomar tres cucharadas al día.

A la semana el emisario regresa a ver al médico.

- Gran Jefe, no caca.

El médico, superado por semejante estreñimiento, entrega al mensajero unos supositorios laxantes de caballo, una crema dilatadora para el recto y una vejiga para hacer enemas.

A los siete días vuelve el mensajero. El médico desesperado se dirije hacia él y le pregunta:

- ¿Y ahora qué pasa?

- Gran caca, no Jefe.

martes, 30 de marzo de 2010

Tecnología médica

Un hombre acude al médico debido a un creciente dolor que afecta a su codo derecho.

El doctor, sin pararse a mirar el codo del paciente, le pide que llene un bote de análisis de orina en ese mismo instante. El hombre, sorprendido, procede al llenado de la probeta. El médico se dirige a un ordenador que tiene su mesa, introduce la orina por un tubito que está conectado a la computadora y después teclea un par de cosas. A los treinta segundos, el ordenador emite un pitido y por la impresora aparece una hoja. El médico toma el folio, lo lee un instante y sentencia:

- Usted tiene un esguince de codo. Tome unos antiinflamatorios y analgésicos y guarde reposo dos semanas.

El paciente, alucinado, responde:

- Un momento, un momento ¿me está usted diciendo que con una muestra de orina ese ordenador le ha dicho que tengo un esguince de codo?

- En efecto -afirma el médico.

- Pero eso es imposible... ¡si ni siquiera me ha mirado el codo!

- La tecnología es lo que tiene, ¡SIGUIENTE!

El hombre, sin acabar de creer el diagnóstico se dirige a su casa y, por el camino, decide poner a prueba al ordenador ese. Entra en una farmacia, compra un bote de análisis y se dirige a la habitación de su hija.

- Por favor, hija mía, haz pis en este botecito que es para una prueba.

Y la chica lo hace.

Luego el padre se dirige a su hijo y le pide el mismo favor. El hijo accede. Posteriormente va a a ver a su mujer y le pide que repita la acción. La mujer también lo hace. Y el hombre, movido por el ansia de dejar en evidencia al ordenador, decide masturbarse y echar el contenido de su polución en el bote. Lo mezcla todo bien y vuelve al médico.

- Verá, doctor -dice el paciente- no he quedado muy convencido con el resultado de su primer diagnóstico y he vuelto para pedirle un segundo análisis.

El médico toma el bote, lo vierte en el tubito del ordenador, teclea y, al poco rato, la impresora saca una nueva hoja. El doctor la coge y lee:

- Su hija se prostituye a cambio de drogas blandas. Su hijo mantiene relaciones homosexuales con su vecino. Su mujer se acuesta con su mejor amigo. Y usted... ¡deje de hacerse pajas, que tiene un esguince de codo!

lunes, 29 de marzo de 2010

Lana virgen 100%

Cuando compras ropa en un pueblo ¿cómo sabes si la lana es virgen 100%

Si las ovejas corren más que los pastores.

domingo, 28 de marzo de 2010

Confusión

Un chuleta de barrio entra en un establecimiento de la Armada y pregunta al soldado.

-¿Me puede dar una caja de condones?

El soldado, molesto, señala al frontispicio del edificio y lee en voz alta:

- Ahí pone, "Almacén Naval".

A lo que el chuleta responde,

- ¡Pues eso, para mi "nabo"!

sábado, 27 de marzo de 2010

En la puerta del Cielo

Un luminoso día, Jesús está paseando por el Cielo cuando escucha que San Pedro, desde la puerta, le está llamando dando grandes voces. Jesús, solícito, se acerca al lugar y le pregunta al Santo qué sucede.

- Jesús, Señor, -responde San Pedro-, tengo que ir un momento a arreglar unos papeles en el registro angelical y necesito que alguien vigile la Puerta de acceso al Cielo en ese rato. ¿Podrías hacerme este favor?

- ¡Claro que sí! -responde Jesús- pero, ¿y qué tengo que hacer?

- Es muy sencillo -afirma el Santo- para saber quien se ha merecido el cielo, sólo hay que preguntar a los que lleguen algunas cuestiones sobre sus acciones en la Tierra y no mentirán porque al llegar aquí pierden esa facultad. Así que es fácil discernir quien merece entrar y quien no.

- No parece muy difícil, en efecto -reconoce Jesús.

- Sólo hay un problema, Señor -advierte San Pedro-. En ocasiones llega gente muy anciana que apenas recuerda cosas de su vida. Con esa gente sed paciente y preguntadles cosas sencillas.

- Eso haré, San Pedro. Ahora ve en paz que yo me quedo a cargo de todo.

San Pedro se aleja del lugar y Jesús se dispone a custodiar las puertas del Cielo todo el tiempo que haga falta.

Al poco rato observa que, por el camino que llega desde la Tierra, se acerca un señor de pelo blanco, cuerpo encorvado y manos callosas. El anciano parece un poco aturdido y bastante desorientado así que Jesús va hacia él, lleno de misericordia, le pregunta.

- Dime buen anciano... ¿qué edad tienes?

- Pues... no lo recuerdo bien... -responde el pobre hombre enfocando su turbia mirada en Jesús.

- ¿Cual era tu profesión en la tierra?

- Yo... era carpintero...

- Vaya -Jesús, al oír eso, siente un estremecimiento- y, dime... ¿tenías familia?

- Un hijo... aunque, en realidad, no era exactamente mi hijo...

- ¡Vaya! - Jesús, nota un ligero temblor de piernas y una creciente emoción- Y, dime buen hombre, ese hijo tuyo ¿cómo era, qué hacía?

- Pues... era muy bueno... siempre hacía el bien... ayudaba a los demás... y, al mismo tiempo, era distinto a los demás....

Jesús, convencido, lleno de amor y con lágrimas en los ojos, exclama:

- ¡Papá, papá! ¡Soy tu hijo!

Y el anciano, al oír aquello, abre los brazos y responde:

- ¡Pinocho!¡Pinocho!

viernes, 26 de marzo de 2010

¡Qué vienen los indios!

En un fortín del ejército de EE.UU. situado en Arizona uno de los soldados da la alarma.

- ¡Qué vienen los indios! ¡Qué vienen los indios!

- ¿Cuantos son? -pregunta ansioso el comandante de la guarnición.

- Hmmmm, tres mil cuatro, señor -responde el vigía.

- Vaya, ¿cómo sabes el número exacto? -dice el oficial.

- Pues porque he contado cuatro y los demás deben ser unos tres mil, señor.

jueves, 25 de marzo de 2010

La muerte de Cenicienta

¿Cómo murió Cenicienta?

El tampax se le transformó en una calabaza.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Un asunto de insistencia

Un cura recién salido del seminario es destinado a un pueblo aragonés dónde se le espera con gran ilusión. Como la localidad está alejada de la parada de tren más cercana, acude a buscarle a la estación un lugareño llamado Mariano. El mañico, al ver al sacerdote descender del tren le saluda, se identifica como uno de sus nuevos feligreses y le indica que él le llevará en su coche hasta el pueblo.

En el trayecto, el sacerdote, queriendo ser amable le ofrece a Mariano un cigarro que extrae de una pitillera labrada en plata muy bonita. El lugareño, al verla, dice:

- Padre, que pitillerica más maja tiene usted.
- Sí que lo es. Me la regaló una tía mía el día de mi consagración -responde amablemente el cura.
- Pues fíjese que yo siempre he querido tener una, pero nunca me han llegado los dineros, ¿no me la regalaría usted, padre?
- Vaya, Mariano, es un regalo personal... -intenta explicar el sacerdote.
- Sí, claro, pero es que yo nunca he tenido una ¿sabe? -afirma el mañico.
- Bueno, lo entiendo, pero es que mi tía...
- Claro, pero no me diga que no sería bonico que me la regalase como muestra de cariño -insiste Mariano.
- Tal vez, pero hágase cargo de que es un presente que... -intenta decir el cura.
- Ya le digo, padre, pero anda que no me haría feliz tenerla yo y decir lo bondadoso que es usted, padre.

Y así kilómetros y kilómetros hasta que, al final, el sacerdote termina cediendo y le regala la pitillera a Mariano.

Varios meses después, ya en el pueblo, está el sacerdote atendiendo las confesiones cuando se le presenta una joven vecina azorada y preocupada. El cura, en plena confesión, le pregunta:

- Pero, ¿qué te sucede, hija mía?
- Pues verá, padre, que mi novio me insiste en que consumemos el acto sexual pero yo me opongo... pero él me insiste... pero yo me opongo porque soy virtuosa... pero él me insiste... y no sé que hacer, padre.
- Dime, hija mía ¿quien es tu novio? -pregunta preocupado el sacerdote.
- El Mariano, padre -responde la mujer.
- ¡Uy, pues date por jodida, maña!

martes, 23 de marzo de 2010

Nombres indios

El niño indio, una noche despejada en que las rutilantes estrellas parecen diamantes en el cielo, le pregunta a su padre.

- Padre, ¿por qué los indios nos llamamos de este modo tan particular?

El padre, sonriendo a su pequeñuelo le responde;

- Veras, hijo mío. Nuestro pueblo considera que cada uno de nosotros debe poseer un nombre relacionado con el momento de la fecundación de la madre. Así, por ejemplo, si en ese momento los padres ven pasar un lobo por las cercanía, pondrán de nombre a su hijo "Lobo solitario". Si un rayo rasga los cielos en ese instante, le llamarán "Rayo brillante". Y así siempre.

El niño indio se queda pensativo unos instantes y, súbitamente, pregunta:

- ¿Y yo por qué me llamo "Goma rota"?

lunes, 22 de marzo de 2010

Mal de muchos...

Un señor camina por las calles de su ciudad llorando desconsolado. Desde la otra acera de la calle, es reconocido por un amigo suyo que, al verle en ese estado tan deplorable, se acerca a él y le pregunta:

- Coño, José Luis ¿qué te sucede? ¿Por qué lloras de ese modo?

- Pues que esta mañana se ha muerto mi padre... -responde.

- ¡Joder que día! A ti se te muere el padre, a mi se me pierde el boli...

domingo, 21 de marzo de 2010

El tamaño de las ladillas

Era una señora que tenía el "felpudo" tan grande, tan grande, tan grande, que en vez de ladillas tenía centollos.

sábado, 20 de marzo de 2010

La fila del cine

Un hombre va al cine pero se encuentra una fila enorme de gente delante de él. Azorado, se acerca al que parece el último y le pregunta.

- Disculpe, ¿esto es la cola?

- No, eso es el hombro.

viernes, 19 de marzo de 2010

Buscando setas

Patxi y Txema van por el bosque buscando setas. De repente, Patxi dice:

- ¡Anda, mira, Txema, un rolex de oro!

A lo que Txema responde.

- ¡Joder, Patxi! ¿estamos a setas o a rolex?

jueves, 18 de marzo de 2010

Jaimito y la clase de medicina

En el colegio mandan a los niños que, al día siguiente, traigan un objeto relacionado con la Medicina, digan qué es, quien se lo ha dado y qué les ha dicho sobre el objeto.

Al iniciarse la clase la mañana siguiente comienzan enseñando lo que cada niño ha traído.

- A ver -dice la maestra- Rosita ¿qué has traído?

- Una tirita -responde la niña.

- Muy bien, ¿quién te lo ha dado?

- Mi mami.

- Perfecto. ¿Y qué te ha dicho al cogerla?

- Que sirve para tapar las heriditas.

- ¡Muy bien, Rosita! -la profesora señala a otro niño- ¿Y tú, Luisito, qué has traído?

- Una aspirina -dice, solícito el niño.

- ¿Quién te la ha dado?

- Mi papi.

- ¿Y qué te ha dicho al cogerla?

- Que sirve para el dolor de cabeza.

- Requetebien, Luisito. -La señorita fija su atención en otro niño- Bueno, Jaimito, ¿tú qué has traído?

- Una bombona de oxígeno, señorita.

- Vaya -dice extrañada la profesora al ver al niño con una bombona junto a su mesa- Hmmm, ¿y quién te la ha dado?

- Mi abuelo -responde Jaimito.

- Ehhhh y... ¿qué te ha dicho al cogerla?

- ¡Hijodeputaaaaaaaaaaaaaghhhhhhhhhhhh!

miércoles, 17 de marzo de 2010

Gallinas

¿Por qué las gallinas no tienen tetas?

Porque los gallos no tienen manos.

martes, 16 de marzo de 2010

Tipos de tetas

Dos amigos están comentando las cosas que les gustan de las mujeres. En un momento dado sale el tema de los "tipos de tetas" existentes entre el público femenino. Uno de los amigos dice:

- Para mi hay tres tipos de tetas. Las que son como melones, las que son como limones y las que son como cebollas.

Y explica su división.

- Las que son como melones son esas enormes, que la mano las abarca, grandes y gordas. Las que son como limones son las pequeñitas, que te caben en la mano y se puede juguetear con ellas.

- ¿Y las que son como cebollas? -pregunta el amigo.

- Esas son las de mi mujer -responde- que cada vez que se las veo me dan ganas de llorar.

lunes, 15 de marzo de 2010

Incidente en el tren

En un compartimento de un tren viajan cuatro pasajeros. En concreto se trata de una mujer joven y muy atractiva. Un catalán, elegante y bien vestido. Una señora mayor, recatada y sobria. Y un aragonés.

En un momento del trayecto el tren pasa por un túnel y, en medio de la oscuridad reinante, se escucha un beso, una bofetada y un "¡ay!". Al salir del túnel el catalán se está frotando la cara, visiblemente roja.

La señora mayor piensa: "Ese atrevido ha debido de besar a la jovencita y ella se ha defendido dándole una bofetada. ¡Bien merecido lo tiene!".

El catalán piensa: "El cabrón de aragonés le ha dado un beso a la chica y ella se ha confundido y me ha dado una bofetada a mi".

La joven piensa: "Al catalán le deben de gustar las mujeres maduras, le ha dado un beso a esa señora y ella le ha dado un buen bofetón".

Y el aragonés piensa: "En el próximo túnel me vuelvo a dar un beso en el puño y le suelto otra hostia al catalán".

domingo, 14 de marzo de 2010

Las avispas

En la puerta de un convento la madre superiora hace guardia mientras las novicias regresan de pasar unos días con sus familiares. De repente, una de ellas llega con una hinchazón enorme en un brazo.

-¿Qué te ha sucedido, hija mía? -pregunta, azorada, la madre superiora.

- Pues que en la estación de tren del pueblo había una cuantas avispas y una de ellas me ha picado, Madre -responde la novicia.

Al rato llega otra monjita joven con una hinchazón enorme, pero esta vez en una pierna.

-¿Qué ha ocurrido, hermana? -pregunta, preocupada, la madre superiora.

- Pues que al bajarme del autobús había unas avispas en la parada y una me ha picado, Madre.

Según van pasando las horas, la superiora observa que todas las novicias llegan con tremendos hinchazones y todas le dan la misma respuesta: las avispas. Al caer la noche, cuando ya está a punto de cerrar las puertas del convento, descubre entre las sombras a una última novicia que se apresura hacia la entrada. La madre, al ver que la joven monjita tiene también una hinchazón enorme en la tripa le pregunta:

- ¡Qué!, ¿la avispa?

- ¡No, el obispo!

sábado, 13 de marzo de 2010

El esqueleto

Un esqueleto entra en un bar y dice:

- Por favor, póngame una cerveza y una fregona.

viernes, 12 de marzo de 2010

La operación de fimosis

Txema y Kepa están comentando amigablemente sus cosas por las Siete Calles de Bilbao cuando se les acerca Unai y les dice:

- Pues oye, amigos, que me operé de fimosis ayer.

- Anda, ¿y qué eso pues? -pregunta Txema.

- Pues nada, que te quitan un pellejo de la cola -aclara Unai.

- Y con el pellejo ese, ¿qué haces después? -plantea Kepa.

- Pues lo que quieras. Algunos lo tiran a la basura -explica Unai-, pero yo me he hecho esta chaqueta.

jueves, 11 de marzo de 2010

Visitas protocolarias

Al termino de una visita de estado del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, a Rusia, Vladimir Putin le dice al africano que en su país es tradición terminar las visitas jugando a un juego tradicional ruso. Mugabe asiente y se dispone a jugar a lo que haga falta. Entonces Putin saca un revolver, mete una bala en el tambór, le da vueltas y le ofrece el arma al africano.

- El juego es la ruleta rusa -explica.

Mugabe no dice nada, se apoya el arma en la sien y aprieta el gatillo.

¡Click!

Retira el revolver, se lo devuelve al ruso, se dan un abrazo y se vuelve a su país.

A los seis meses es Putin el que viaja a Zimbabue. Al terminas la visita, Mugabe le comenta que allí también es tradición que el visitante se despida jugando a un juego tradicional. Los dos mandatarios entran en una habitación en la que hay seis mujeres negras bellísimas.

- Elige a la que quieras y te comerá la polla -dice Mugabe.

- Vaya, que tradición tan interesante -dice Putin contentísimo mientras se empieza a bajar los pantalones.

- Sólo una cuestión -añade Mugabe- ¡una de ellas es caníbal!

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Publicidad engañosa?

Un rudo marinero pasea por el barrio del puerto en uno de sus escasos días de permiso. De repente su vista se posa sobre un rutilante y brillante cartel en una fachada de una desvencijada casa en el que se puede leer "Puta y cerveza 5 euros". El hombre de mar, sorprendido por semejante oferta y sujeto a las pulsiones propias de quien ha pasado largos meses en alta mar, no duda en acudir al reclamo y entrar en el edificio. Llama a la puerta y le abre la puerta una hermosísima mujer vestida con ropa sugerente y más bien escasa.

- Hola -dice el marinero- venía por el anuncio del cartel ese que pone "puta y cerveza por 5 euros".

- Pase, pase -dice la mujer- aquí es.

El marinero no sale de su asombro ¿por sólo 5 euros podrá acostarse con semejante belleza?

- Antes de nada -comienza a decir la meretriz- tengo que confesarle algo...

- Dígame -responde el lobo de mar.

- Vera... es que... ¡no tengo clítoris!.

- ¡Ah! No se preocupe por eso, me vale con una Mahou o una Heineken.

martes, 9 de marzo de 2010

El consejo de su farmaceútico

Un individuo acude a la consulta del médico. Al ser atendido comenta:

-Pues verá, doctor, toda la semana he estado con una tos que no se me va por mucho que tome miel, ponga cebolla en la habitación o haga vahos. Así que harto de ella me fui al farmacéutico de mi barro a pedirle consejo...

En ese momento el médico le interrumpe con u evidente tono molesto y bastante peyorativo:

- A ver que brillante idea se le ocurrió al "químico" de turno, al listillo que reparte pastillas, dígame que estúpida recomendación le dio ese tipo.

- Me dijo que viniese a verle a usted.

lunes, 8 de marzo de 2010

Heidi se hace mayor

Una fría mañana en las montañas de Suiza, Heidi se levanta de la cama sonriente y contenta como siempre. Pero, al ir a vestirse, descubre horrorizada que está sangrando por ahí abajo y asustada corre a buscar a Pedro, que se encontraba con sus cabras en el verde campo frente a su casa.

-¡Pedro, Pedro!

-¿Qué suece Heidi? -pregunta el pastorcillo azorado y preocupado.

-Mira lo que me ha pasado -y la jovencita, se levanta el faldón y le enseña a Pedro su cosa mancha de sangre.

El cabrerito, con cara de horror, exclama:

-¡Joder, te han cortado los huevos!

domingo, 7 de marzo de 2010

El dilema de la hormiga

Una hormiguita quiere cruzar un ancho río pero no encuentra ningún modo de hacerlo. NO hay puentes, no hay troncos cruzados sobre el caudal, no hay nada. Triste, se resigna a no poder cruzar cuando, a lo lejos, ve que un elefante se acerca a la misma orilla en la que está ella. Corriendo, se acerca al inmenso paquidermo y le dice:

- Señor elefante, señor elefante ¿podría usted ayudarme a cruzar al otro lado del río?

- Por supuesto, amiga hormiguita -responde el elefante- súbete sobre mi lomo y vamos para allá.

La hormiguita, solícita, obedece y, cuando está colocada en lo más alto, el elefante comienza a cruzar el río. Al llegar a la otra orilla, la hormiguita se baja y dice:

-¡Gracias por haberme traído!

A lo que el elefante responde:

- ¡Cómo que gracias, bájate las bragas!

sábado, 6 de marzo de 2010

Un día de caza

Un día de primavera Pepe recibe la llamada de su amigo Miguel invitándole a que ese fin de semana le acompañe a una jornada de caza mayor en el coto de su pueblo. Pepe rechaza inicialmente la invitación ya que no sabe cazar ni le llama la atención, pero ante la insistencia de su amigo Miguel acaba por aceptar unirse a la partida ese domingo.

Al llegar al coto Miguel le explica a Pepe que la cosa es muy sencilla:

- Mira, tu te escondes en esos arbustos que hay en lo alto de aquella colina. Y con esta escopeta le disparas a cualquier bicho que se te acerque. Si le das, cobras la pieza y listo.

Pepe, escopeta en mano, asiente y se dirige solícito al puesto que le han asignado entre unos arbustos en lo alto de una colina.

Va pasando la mañana y no hay novedades de ningún tipo. Pepe, aburrido, cree que aquello es una pérdida de tiempo y se prepara para echarse una cabezadita. En ese momento un rugido a los pies de la colina le hace brincar, asustado. Al mirar en la dirección de aquel ruido descubre un enorme oso que está comenzando a subir por la colina hacia su escondite. Nervioso, Pepe empuña la escopeta, apunta al animal y dispara.

¡PUM!

Pero el proyectil le pasa al oso muy por encima de la cabeza y sólo sirve para llamar su atención. Pepe, paralizado, observa aterrado como el oso llega hasta él, levanta sus garras, le baja los pantalones y le da por culo salvajemente mientras ruge en su nuca. Al terminar se va hacia la espesura del bosque cercano, dejando a Pepe trastornado, dolorido y asustado.

Al terminar el día, Pepe retorna al lugar dónde se concentran los cazadores y decide no contarle nada a Miguel de la experiencia con el solo.

- ¿Cómo te ha ido, Pepe? -pregunta Miguel.

- Puesss, creo que voy a volver la semana que viene, pero con un arma más grande y más munición.

-Vaya -se sorprende su amigo- pues sí que te ha gustado la caza.

Al fin de semana siguiente los dos cazadores vuelven al coto. Esta vez Pepe se ha traído consigo una escopeta de doble cañón con munición reforzada especial para cazar osos. Pide que le den el mismo lugar y, al llegar, carga la escopeta y espera pacientemente que vuelva a aparecer el maldito oso. Efectivamente, a las pocas horas el oso vuelve a aparecer en el pie de la colina. Pepe, se levanta, apunta la escopeta y grita:

-¡Muere bastardo!

¡PUM!¡PUM!

Pero la mala suerte, la ira contenida, los nervios desgarrados hacen que ambos proyectiles se estrellen contra el suelo a varios metros del oso que, al ver a Pepe, ruge de nuevo y avanza hacia él, le baja los pantalones y le vuelve a dar por culo entre rugidos espeluznantes.

Esa tarde, en el punto de reunión, Pepe con la mirada enloquecida, el rostro desencajado y las manos temblorosas exclama:

- ¡El próximo fin de semana vengo!¡Vengo!¡Y voy a traer más armas!¡Más de todo!

Miguel, asustado, no se atreve a preguntar más y se limita a asentir.

Efectivamente, el fin de semana siguiente Pepe y Miguel vuelven al coto de caza. Esta vez Pepe trae consigo un fusil ametrallador con balas trazadoras, cuatro minas antipersonal y dos granadas de fragmentación. Sin esperar al reparto de puestos se va directo a los arbustos en lo alto de la colina. Coloca las minas alrededor del puesto, carga la ametralladora y sitúa frente a él las granadas. Ansioso comienza a otear los alrededores en busca del oso. Pasan las horas y no hay rastro del animal. Pepe suda, se balancea detrás y delante, se muerde las uñas, llora de impotencia cuando, una vez más, escucha al oso que está a los pies de la colina. Gruñendo, enloquecido, sale de su escondite y apunta al animal. El oso, al verle, comienza a subir la colina gruñendo furioso.

Y entonces se desata el infierno.

Las minas comienzan a hacer explosión, Pepe lanza las granadas al lugar dónde está el oso y luego descargar uno, dos, ¡tres! cargadores de balas trazadoras contra el caos de tierra, metralla y humo en que se ha convertido el lugar. Al terminar, con el eco de la explosiones aún en el corazón, mira victorioso la oscura bruma que se deshace ante él... ¡y entre medio sale el oso, intacto, que avanza hacia él enloquecido y gruñendo de un modo salvaje!

Pepe, aterrado, cae de rodillas. El oso al llegar hasta él, le pone una pezuña en el hombro y le pregunta:

- Tu aquí no vienes a cazar, ¿verdad?

viernes, 5 de marzo de 2010

En la piscina

En una piscina municipal el socorrista está haciendo la ronda cuando exclama:

-¡Eh, usted! Multa de 100 euros por mearse en la piscina.

El bañista pillado in fraganti se defiende:

- ¡Pero si lo hace todo mundo!

- Ya, pero no desde el trampolín.

jueves, 4 de marzo de 2010

El agua del río

Desde lo alto de un puente dos hombres, uno blanco y otro negro, están meando sobre el río que pasa por debajo. El blanco, clavando la mirada en las aguas dice:

-¡Qué turbia baja el agua!

A lo que el negro añade:

-¡Y que fría!

miércoles, 3 de marzo de 2010

Problemas de un manco

En un autobús abarrotado de gente y con las ventanillas cerradas viaja un señor con un solo brazo que se sujeta de una de las barras colocadas a tal efecto. En un momento dado se escucha un sonoro, pegajoso, liquido y asqueroso pedo. Todo el mundo se apresura a taparse la nariz, a lo que exclama el caballero manco:

-¡Hijos de puta, no me lo dejéis todo a mi!

martes, 2 de marzo de 2010

Discusión médica

Dos médicos van paseando por la calle cuando, a una decena de metros, observan a un hombre que anda levemente encogido, arrastrando lastimosamente la pierna izquierda y con cara de apuro y cierto sufrimiento.

Uno de los galenos comenta al otro:

- Fíjate aquel caballero. Por la curvatura de su espalda y su leve cojera es obvio que padece fuertes dolores por la inflamación dolorosa del nervio ciático, probablemente como consecuencia de una malformación en el glúteo.

A lo que su colega responde:

- ¡De eso nada! Ese señor tiene un serio problema de riñones, probablemente piedras o alguna infección, por lo que anda encogido por los fuertes dolores lumbares.

- ¿Riñones?, ¡Ja!, Es ciática -responde el primero.

- Que no, que son los riñones -asevera el segundo.

Viendo imposible llegar a una mismo diagnóstico, los dos médicos acuerdan ir a preguntarle al señor qué le sucede para dilucidar cual de los dos tiene razón. Se acercan al caballero y le dicen cortesmente:

- Vera, señor mío. Mi colega y yo somos médicos y no hemos podido evitar observar su peculiar modo de andar y los visibles males que arrastra. Yo sostengo que el origen de los mismos es su nervio ciático y mi compañero asegura que es un problema en los riñones.

A lo que el señor responde:

- Pues nos hemos equivocado los tres. ¡Yo creía que era un pedo y me he cagado!

lunes, 1 de marzo de 2010

Un asunto de instinto maternal

En una maternidad tres madres, una aragonesa, una catalana y una negra, acaban de dar a luz y están esperando a que pesen, limpien y preparen a sus bebés. En ese momento aparece la matrona con cara compungida y les dice:

- Señoras, hemos tenido un problemilla al bañar a los bebés...

-¿Qué ha sucedido? -preguntan alarmadas las tres mujeres.

- Bueno, verán, a los bebés se les han caído las cintas identificadoras de los tobillos y no sabemos cual es de cada una de ustedes. Así que hemos pensado que ahora mismo, como tienen el instinto maternal hiperdesarrollado seguro que si entran dentro identifican el de cada una.

La madre aragonesa, al oír eso se abalanza dentro de la sala dónde están los bebés y sale a los pocos segundos con un bebe negro.

- Este es el mío, sin ninguna duda.

La matrona al ver aquello dice:

- Vaya por Dios, precisamente creíamos que ese bebé era el que menos problemas iba a darnos a la hora de identificar a su madre...

A lo que la madre aragonesa sentencia:

- ¡Mi hijo, antes negro que catalán!