Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros (Groucho Marx)

Este blog pretende ofrecer al visitante un chiste nuevo al día durante todo el año. Los habrá de todo género y calidad. Largos y cortos. Buenos y malos. Simpáticos, irreverentes, grotestos, de alto contenido sexual y propios de la astracanada más sonada.

Nadie está obligado a leerlos pero cualquier comentario es bien recibido.

O no.

martes, 30 de marzo de 2010

Tecnología médica

Un hombre acude al médico debido a un creciente dolor que afecta a su codo derecho.

El doctor, sin pararse a mirar el codo del paciente, le pide que llene un bote de análisis de orina en ese mismo instante. El hombre, sorprendido, procede al llenado de la probeta. El médico se dirige a un ordenador que tiene su mesa, introduce la orina por un tubito que está conectado a la computadora y después teclea un par de cosas. A los treinta segundos, el ordenador emite un pitido y por la impresora aparece una hoja. El médico toma el folio, lo lee un instante y sentencia:

- Usted tiene un esguince de codo. Tome unos antiinflamatorios y analgésicos y guarde reposo dos semanas.

El paciente, alucinado, responde:

- Un momento, un momento ¿me está usted diciendo que con una muestra de orina ese ordenador le ha dicho que tengo un esguince de codo?

- En efecto -afirma el médico.

- Pero eso es imposible... ¡si ni siquiera me ha mirado el codo!

- La tecnología es lo que tiene, ¡SIGUIENTE!

El hombre, sin acabar de creer el diagnóstico se dirige a su casa y, por el camino, decide poner a prueba al ordenador ese. Entra en una farmacia, compra un bote de análisis y se dirige a la habitación de su hija.

- Por favor, hija mía, haz pis en este botecito que es para una prueba.

Y la chica lo hace.

Luego el padre se dirige a su hijo y le pide el mismo favor. El hijo accede. Posteriormente va a a ver a su mujer y le pide que repita la acción. La mujer también lo hace. Y el hombre, movido por el ansia de dejar en evidencia al ordenador, decide masturbarse y echar el contenido de su polución en el bote. Lo mezcla todo bien y vuelve al médico.

- Verá, doctor -dice el paciente- no he quedado muy convencido con el resultado de su primer diagnóstico y he vuelto para pedirle un segundo análisis.

El médico toma el bote, lo vierte en el tubito del ordenador, teclea y, al poco rato, la impresora saca una nueva hoja. El doctor la coge y lee:

- Su hija se prostituye a cambio de drogas blandas. Su hijo mantiene relaciones homosexuales con su vecino. Su mujer se acuesta con su mejor amigo. Y usted... ¡deje de hacerse pajas, que tiene un esguince de codo!

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