Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros (Groucho Marx)

Este blog pretende ofrecer al visitante un chiste nuevo al día durante todo el año. Los habrá de todo género y calidad. Largos y cortos. Buenos y malos. Simpáticos, irreverentes, grotestos, de alto contenido sexual y propios de la astracanada más sonada.

Nadie está obligado a leerlos pero cualquier comentario es bien recibido.

O no.

lunes, 18 de enero de 2010

Entrevista de trabajo

Una joven ejecutiva acude a una entrevista de trabajo que la puede catapultar a lo más alto del mundo empresarial. La cita es en el despacho del director de una multinacional en el último piso de un elegante rascacielos.

Al llegar a la planta baja localiza los ascensores y sube a uno de ellos junto con un caballero maduro, bien vestido y que podría ser, perfectamente, quien la va a entrevistar.

Mientras el ascensor sube hacía las alturas la joven nota que una ventosidad amenaza con salir y, azorada, piensa:

"Dios mio, si me tiro un pedo delante de este caballero y es él quien debe entrevistarme estoy acabada. ¡He de hacer algo! Ya se, cuando me vaya a tirar el pedo estornudaré al mismo tiempo y, de ese modo, no se oirá nada y asunto solucionado".

Decidida y con un plan en mente la joven carraspea levemente como anunciando una pequeña tos. En ese momento, para su horror, el pedo acelera su salida de manera descontrolada y resulta ser uno de los que suenan líquidos y estruendosos.

-¡PrrrrrrrrCHOFS!

La joven, alterada y nerviosa, pierde los papeles provocando que su carraspeo degenere en un estornudo salvaje que la hace escupir babas en todas direcciones e impulsa un moco líquido y espeso que la cuelga casi un palmo de las narices.

- ¡Aaaaaaatchisssssssss!

Espantada y sin saber qué hacer, opta por sorber el moco por la nariz con la esperanza de que no se haya visto mucho la verdosa viscosidad. Pero, horrorizada por lo que acaba de hacer y el gusto gelatinoso del moco en su paladar, no puede evitar una arcada espasmódica y vomita todo lo que hay en su estómago.

-¡BUUUAARGGGGGGGSSSS!

Fuera de sí y completamente desquiciada mira al caballero que se encuentra frente a ella. Este, levantando una ceja pregunta:

- ¿Y con las orejas no haces nada?

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