Pinocho y Blancanieves deciden irse un día a coger manzanas. Como los manzanos son demasiado altos para ellos, convienen que Pinocho se suba en los hombros de Blancanieves ya que es más ligero.
Así que se ponen a la faena con tan mala suerte que Pinocho pierde el equilibrio y cae encima de la joven, apoyando sin querer su cabeza de madera en la entrepierna de Blancanieves. Entonces, la princesa sujeta con fuerza la cabeza del muñeco y grita:
- ¡Miénteme Pinocho, miénteme!
Así que se ponen a la faena con tan mala suerte que Pinocho pierde el equilibrio y cae encima de la joven, apoyando sin querer su cabeza de madera en la entrepierna de Blancanieves. Entonces, la princesa sujeta con fuerza la cabeza del muñeco y grita:
- ¡Miénteme Pinocho, miénteme!
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