Un grupo de cazadores se reúne de madrugada en el bar de carretera dónde siempre quedan antes de iniciar la jornada de caza. Uno de ellos pide un chupito de coñac y el camarero, que está medio dormido, se confunde y le pone en el vaso gasolina.
El cazador arrampla de un trago con la bebida y exclama:
- ¡Joder!
El camarero, solícito le pregunta:
- ¿Quiere más?
A lo que el caballero le responde:
- No, gracias. Voy cerca.
sábado, 10 de julio de 2010
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