Un caballero está felizmente sentado en el salón de su casa leyendo un buen libro cuando, súbitamente, del piso de arriba comienza a oírse una voz masculina que grita:
- ¡Organización!¡Quiero organización!
Como los gritos son muy molestos, golpea el techo con el mango de una escoba para mostrar su enfado y con idea de que cesasen las molestias. Se hace el silencio y el caballero prosigue su lectura.
Pero a los pocos minutos vuelve a oírse la misma voz procedente del piso de arriba:
- ¡Organización!¡Qué sea la última vez que lo diga!¡Organización!
Nuevamente, el caballero golpea el techo de su vivienda y el silencio vuelve a reinar en su casa.
Pero la calma no dura mucho. Al poco se oye de nuevo una voz que grita:
- ¡Organización!¡Joder, organización!
El caballero ya harto. Sale de su casa. Sube al piso de arriba y golpea enérgicamente la puerta de su molesto vecino. La puerta se abre y, ¡cual sería su sorpresa al toparse frente a frente con un señor en porretas, desnudo!
- Disculpe -dice el caballero- pero no hacen ustedes más que gritar ¡organización! y no me dejan leer.
- ¡Pues claro que grito organización!. Vera usted, estamos haciendo una orgía en mi piso seis mujeres y tres hombres, ¡y ya me han dado por culo tres veces!
- ¡Organización!¡Quiero organización!
Como los gritos son muy molestos, golpea el techo con el mango de una escoba para mostrar su enfado y con idea de que cesasen las molestias. Se hace el silencio y el caballero prosigue su lectura.
Pero a los pocos minutos vuelve a oírse la misma voz procedente del piso de arriba:
- ¡Organización!¡Qué sea la última vez que lo diga!¡Organización!
Nuevamente, el caballero golpea el techo de su vivienda y el silencio vuelve a reinar en su casa.
Pero la calma no dura mucho. Al poco se oye de nuevo una voz que grita:
- ¡Organización!¡Joder, organización!
El caballero ya harto. Sale de su casa. Sube al piso de arriba y golpea enérgicamente la puerta de su molesto vecino. La puerta se abre y, ¡cual sería su sorpresa al toparse frente a frente con un señor en porretas, desnudo!
- Disculpe -dice el caballero- pero no hacen ustedes más que gritar ¡organización! y no me dejan leer.
- ¡Pues claro que grito organización!. Vera usted, estamos haciendo una orgía en mi piso seis mujeres y tres hombres, ¡y ya me han dado por culo tres veces!
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