Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros (Groucho Marx)

Este blog pretende ofrecer al visitante un chiste nuevo al día durante todo el año. Los habrá de todo género y calidad. Largos y cortos. Buenos y malos. Simpáticos, irreverentes, grotestos, de alto contenido sexual y propios de la astracanada más sonada.

Nadie está obligado a leerlos pero cualquier comentario es bien recibido.

O no.

miércoles, 5 de mayo de 2010

El castigo de Adán y Eva

Adán y Eva, en el Paraíso, tentados por la serpiente muerden el fruto prohibido por Dios. Al hacerlo, el cielo se abre y una poderosa voz lo llena todo, exclamando:

- ¡Traición! Habéis comido del fruto prohibido pese a mis advertencias. Por ello ahora, los dos seréis castigados.

Los dos humanos, asustados y avergonzados, caen de rodillas al suelo, suplicando el perdón de Dios. Pero el Creador se muestra inflexible y sentencia:

- A tí, Adán, te condeno a vagar por el mundo y pagar con tu sudor este horrible pecado. Deberás trabajar y esforzarte para lograr cualquier pequeña comodidad, siendo el sudor de tu frente el recordatorio de mi castigo y del Edén que voluntariamente has abandonado.

Adán, horrorizado, rompe a llorar.

- Y tú, Eva... ¡Tu falta ha sido mayor, pues has sido tú la que ha tentado y convencido a Adán! Por eso te condeno a pagar con tu sangre. Será tu sangre la que te recuerde el vil acto que has cometido aquí hoy.

Eva, apesadumbrada, alza la vista al cielo y replica:

- Pero, Señor, pagar con la sangre es muy duro y doloroso, ¿no podrías reconsiderar el castigo que me impones?

- Hmmmm -reflexiona Dios-. Está bien. Me podrás pagar tu sangre en cómodos plazos de 28 días.

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