Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros (Groucho Marx)

Este blog pretende ofrecer al visitante un chiste nuevo al día durante todo el año. Los habrá de todo género y calidad. Largos y cortos. Buenos y malos. Simpáticos, irreverentes, grotestos, de alto contenido sexual y propios de la astracanada más sonada.

Nadie está obligado a leerlos pero cualquier comentario es bien recibido.

O no.

sábado, 29 de mayo de 2010

El espermatozoide cojo

Dentro de los testículos de un caballero que ligaba bastante vivía un espermatozoide cojo que sufría continuas humillaciones de sus amigos espermatozoides. El objeto de esas humillaciones era el terrible hecho de que siempre que el hombre hacía el amor con alguna moza y eyaculaba, el cojo no lograba llegar hasta la punta del pene y terminaba por quedarse dentro en vez de lograr salir con el resto de sus amigos.

Así que, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, el espermatozoide cojo vagaba triste y humillado por los testículos de su dueño mientras los demás triunfaban en los múltiples coitos y orgasmos.

Pero, un buen día, harto de su vida de fracasos y no llegar a tiempo al momento álgido, el cojo decide comprarse una moto estilo chopper. Dicho y hecho. ¡BRUM, BRUM! Clamaba el motor mientras el espermatozoide corría feliz por los testículos de su dueño a la espera de una nueva oportunidad.

Y, un buen día, retumban las alarmas de eyaculación inminente y todos los espermatozoides acuden en tropel a los inicios de las rampas de lanzamientos dispuestos a echar a correr hasta la salida. El cojo, montado en su impresionante chopper, se sitúa en cabeza mirando por encima del hombro a los compañeros que hasta hacía poco tiempo se burlaban de él.

Cuando suena la señal de "Salida", el cojo acelera, su moto ruge y deja atrás a todos los demás. Acelera, acelera, acelera y cuando está a poca distancia de la salida se oye por megafonía:

- ¡Falsa alarma, es una paja!

- ¡Hijo putaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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