Un brillante día de primavera, Superman vuela entre los majestuosos edificios de Metropolis buscando algún malandrín al que llevar ante la justicia. Pero por mucho que mira y remira, no ve ningún delito ante el que mostrar sus dotes como justiciero y héroe mítico. Pero, cual sería su sorpresa, al ver que, en una enorme terraza de un hermoso ático, se encuentra Superwoman completamente desnuda, con las piernas entreabiertas, jadeando, moviendo su cuerpo sinuosamente y tomando el sol con los ojos cerrados.
Superman, inevitablemente atraído por semejante visión se dirige hacia allí mientras piensa:
"Madre mía como esta la Superwoman... y encima estoy salido a más no poder... ¡ay si yo pillara a esa cordera! Pero... un momento... ahora que lo pienso... si voy hasta ella y le hago el amor con mi supervelocidad, podré irme de allí antes de que sepa que ha pasado... ¡a por ella!".
Así que el héroe, aumentando su velocidad de vuelo hasta hacerse prácticamente imperceptible llega hasta Superwoman, le hace el amor a supervelocidad y sale volando en apenas un instante.
Superwoman, abre los ojos extrañada y pregunta:
- ¿Qué ha sido eso?
- Pues no lo sé -responde el Hombre Invisible-, pero me ha reventado el culo.
Superman, inevitablemente atraído por semejante visión se dirige hacia allí mientras piensa:
"Madre mía como esta la Superwoman... y encima estoy salido a más no poder... ¡ay si yo pillara a esa cordera! Pero... un momento... ahora que lo pienso... si voy hasta ella y le hago el amor con mi supervelocidad, podré irme de allí antes de que sepa que ha pasado... ¡a por ella!".
Así que el héroe, aumentando su velocidad de vuelo hasta hacerse prácticamente imperceptible llega hasta Superwoman, le hace el amor a supervelocidad y sale volando en apenas un instante.
Superwoman, abre los ojos extrañada y pregunta:
- ¿Qué ha sido eso?
- Pues no lo sé -responde el Hombre Invisible-, pero me ha reventado el culo.
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