A la hora de irse a la cama, un caballero se acerca a su mujer, que está leyendo una revista en el lecho conyugal, llevando un vaso de agua y una pastilla.
- Cariño, -dice el señor con voz mimosa- te traigo tu aspirina para el dolor de cabeza.
- Pero si no me duele la cabeza -responde ella, sorprendida.
- ¡Pues a follaaaaaaaaaaaaaar!
- Cariño, -dice el señor con voz mimosa- te traigo tu aspirina para el dolor de cabeza.
- Pero si no me duele la cabeza -responde ella, sorprendida.
- ¡Pues a follaaaaaaaaaaaaaar!
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